Las transiciones verde y digital están abriendo nuevas oportunidades para las personas y la economía de la UE. Disponer de las competencias pertinentes capacita a las personas para afrontar con éxito los cambios del mercado laboral y para participar plenamente en la sociedad y la democracia.

Esto garantizará que nadie se quede atrás y que la recuperación económica, así como las transiciones verde y digital, sean socialmente justas.

Una mano de obra con las habilidades que se demandan también contribuye al crecimiento sostenible, conduce a una mayor innovación y mejora la competitividad de las empresas.

Sin embargo, en la actualidad, más de tres cuartas partes de las empresas de la UE informan de que tienen dificultades para encontrar trabajadores con las competencias necesarias, y las últimas cifras de Eurostat sugieren que solo el 37% de los adultos realizan una formación de forma regular.

El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales muestra que 4 de cada 10 adultos y una de cada tres personas que trabajan en Europa carecen de competencias digitales básicas. Además, ya en 2021, 28 ocupaciones que van desde la construcción y la sanidad hasta la ingeniería y la informática tenían carencias, lo que muestra una creciente demanda de trabajadores tanto de alta como de baja cualificación.

También hay una baja representación de mujeres en profesiones y estudios relacionados con la tecnología, ya que solo 1 de cada 6 especialistas en TI y 1 de cada 3 graduados en STEM son mujeres.

Para fomentar el aprendizaje permanente, los Estados miembros han suscrito los objetivos sociales de la UE 2030 de que al menos el 60% de los adultos participen en la formación cada año, presentando ya su contribución nacional para alcanzar este objetivo.

Esto también es importante para alcanzar el objetivo de una tasa de empleo de al menos el 78% para 2030. La Brújula Digital 2030 establece el objetivo de la UE de que, para 2030, al menos el 80% de todos los adultos tengan al menos competencias digitales básicas, y que haya 20 millones de especialistas en TIC empleados en la UE, al tiempo que se anima a un mayor número de mujeres a ocupar estos puestos de trabajo.

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